Ticos frecuentan turismo rural en el país con Airbnb

El turismo rural ha demostrado ser resistente en tiempos de crisis y una opción de impacto económico positivo más inmediato y frecuente para las economías locales.

Un viaje de fin de semana a un destino cercano no sólo es más fácil de planificar, sino más asequible. Airbnb ha demostrado ser una opción que puede ayudar a desarrollar este tipo de turismo brindando una opción de alojamiento más cómoda y ampliando la oferta de alojamiento.

Durante la pandemia y con las restricciones a los viajes internacionales, la gente empezó a viajar en Airbnb para descubrir nuevas joyas locales. En 2022, las noches nacionales reservadas se duplicaron en Costa Rica.

«La pandemia causó un trastorno sin precedentes en el turismo mundial. Cuando se desplomó más de un 70%, hubo un profundo cambio en cómo y cuándo viajaba la gente. Conforme salimos de ella y las fronteras reabrieron, la gente está regresando a las ciudades y viajando a sus destinos favoritos en el extranjero, sin embargo los locales que viajan a conocer su país es una tendencia que se mantiene y sigue creciendo«, mencionó Carlos Muñoz, Director de Políticas Públicas y Comunicación Airbnb para Centroamérica y el Caribe.

Constancia en viajes

Con las tasas de inflación en aumento, las personas siguen viajando localmente en Airbnb, ya que ofrece una amplia gama de opciones de alojamiento adaptables a las necesidades de los viajeros en función del espacio y presupuesto.

Para las familias, alojarse en un espacio completo representa una opción más asequible con un precio promedio por persona para un espacio completo de menos de 35,600 CRC. Para viajeros solos y parejas, las habitaciones privadas representan una gran opción, por noche de alrededor de 41,800 CRC en Costa Rica.

Basado en una encuesta de Airbnb realizada entre los Huéspedes que se alojaron en Costa Rica, el 39% indicó que la razón principal para utilizar la plataforma era ahorrar dinero, 43% dijo que quería una experiencia más local y alojarse fuera de una zona turística, y 14% quería flexibilidad con el calendario o el destino.

Abrir el turismo a nuevos destinos

En Costa Rica, más de 20 pueblos y provincias recibieron su primera reservación. En San José, ciudades como San Rafael Arriba, San Luis, Vuelta de Jorco y Guaitil se situaron entre las que más reservaciones recibieron desde 2020.

Fuera de la capital, Guadalupe en Alajuela, La Cuesta, Brunca, Limoncito en Puntarenas y Peralta en Cartago también estuvieron entre las más reservadas desde 2020. En todo el país, las noches en Airbnb reservadas por costarricenses en zonas no urbanas han aumentado un más del 100%.

Ciudades y pueblos de Costa Rica más reservados con su primera reserva de Airbnb desde marzo de 2020:

Guadalupe, Alajuela, CR
San Rafael Arriba, San Jose, CR
San Luis, San José, CR
Vuelta De Jorco, San José, CR
Río Segundo, Alajuela, CR
La Cuesta, Puntarenas, CR
Peralta, Cartago, CR
Brunca, Puntarenas, CR
Guaitil, San José, CR
Limoncito, Puntarenas, CR

«Distribuir el turismo dentro y a través de los destinos, hacia pueblos menos conocidos o barrios menos concurridos dentro de las ciudades, trae beneficios económicos a través del turismo a comunidades que antes no los tenían. Esto es aún más importante para aquellos barrios y comunidades a los que no llegan los hoteles y donde los anfitriones de Airbnb son el principal, si no el único, motor del turismo local«, mencionó Muñoz.

Costo de la vida

A medida que aumenta el costo de vida, la dispersión de los viajes y la voluntad de los locales de aventurarse más lejos ha creado oportunidades económicas para los habitantes de comunidades que tradicionalmente podrían haberse quedado fuera. De hecho, los ingresos promedio de los Anfitriones no urbanos en Costa Rica crecieron de más del 50% en 2022 frente a 2021. Este impacto económico beneficia a toda la comunidad, según una investigación de Oxford Economics presentada en 2022, por cada $10USD gastados en alojamiento, los visitantes gastan $24USD más en transporte, restaurantes y actividades culturales.

“Estos emprendimientos han logrado que la comunidad tome conciencia de que, a partir de estos pequeños espacios, se puede atraer turismo que busca la ruralidad, lo sencillo, conectar con el entorno natural, agrícola, ganadero; así como su gente, la gastronomía y el modo de vida”, comentó Joaquín Jiménez, quien tiene su anuncio en Zarcero, Alajuela.

Los Anfitriones en Airbnb no sólo se quedan con la mayor parte de lo que cobran por sus espacios, sino que el 56% de los huéspedes declararon que el dinero que se ahorraban por alojarse en un Airbnb les permitía gastar más en otros servicios. 

Turismo sostenible

Airbnb se compromete a fortalecer las comunidades en las que opera promoviendo viajes locales, diversos y sostenibles tanto económica como medioambientalmente. Airbnb en Costa Rica se ha asociado y colaborado con World Wildlife Fund, la Asociación Nacional de Chefs de Costa Rica (ANCH), la Cámara Costarricense de Restaurantes (Cacore) y la Red Costarricense de Turismo Accesible para promover un nuevo modelo de turismo sostenible y accesible, corresponsable para empoderar comunidades locales y proteger la biodiversidad en Costa Rica.

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