El movimiento internacional Julio Sin Plástico (Plastic Free July) remite al proverbio chino que dice:
«El leve aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo».
Lo que puede parecer una acción pequeña e insignificante, puede ser el inicio de un cambio global.
Este movimiento nació en 2011 con la experiencia de su fundadora, la australiana Rebecca Prince-Ruiz.
Su comprensión sobre la gestión de residuos la llevó a cuestionar el impacto de nuestros hábitos de consumo y desecho, especialmente en relación con el plástico.
Su llamado inicial a amigos y familiares, preguntando quién se uniría a reducir el uso de plásticos, se convirtió en una invitación que resonó a nivel global, alcanzando más de 300 millones de personas.
La campaña Julio Sin Plástico insta a todos a disminuir el consumo de productos de plástico de un solo uso, convirtiéndose en uno de los movimientos ambientales más influyentes a nivel internacional.
La crisis del plástico
Cada año al iniciar la temporada de lluvias al ver ríos y océanos cargados de plástico, recordamos las 8 millones de toneladas de que llegan a éstos.
Una revisión de más de 2.500 estudios, liderado por WWF, proporciona el análisis más completo del impacto de la contaminación plástica en los océanos.
Reveló que esta contaminación se cuadruplicará al 2050, y que muchas áreas sufrirán riesgos ecológicos significativos que perjudicarán los esfuerzos actuales para proteger y aumentar la biodiversidad.
La realidad del reciclaje y la solución
Luis Diego Marín de Preserve Planet, señala que «el reciclaje de plástico no es una solución real, es como una cortina de humo con la que, en conjunto con las limpiezas de playas, la industria del plástico nos quiere adormecer, dándonos la falsa sensación de haber hecho algo por el planeta.
La única solución es rechazar el plástico desechable para poder detener desde el origen esta catástrofe ambiental y de salud».
El plástico persiste en todas partes: desde los océanos hasta la cima del Everest. Ha invadido nuestra fauna y flora, contaminando el aire que respiramos y los alimentos que consumimos.
“Esta realidad nos obliga a tomar la única solución razonable para este problema: evitar el uso de plásticos de un solo uso para proteger nuestra salud, nuestras familias y a nuestro entorno natural”, agregó Marín.
Actúe: Julio libre de plástico
¿Puede imaginar una vida libre de plástico?
El momento de asumir nuestro compromiso con el ambiente, nuestra salud y de eliminar el plástico desechable de nuestras vidas es ahora, y puede ser más simple de lo que parece.
Acciones a poner en práctica
- Evite platos y cubiertos desechables.
- Prefiera bolsas reutilizables, eso evita unas 144 bolsas al año en vertederos, ríos, lagos y océanos.
- Ponga en práctica el uso de botellas rellenables.
- Prefiera las botellas de acero inoxidable o de vidrio, para llevar agua y otras bebidas.
- Rechace las bebidas en envases de plástico desechable.
- En el supermercado prefiera productos en empaques de cartón, tela o vidrio.
Invitación a la Acción
Unite a esta iniciativa y reducir el consumo de plásticos de un solo uso durante julio, ¡y mejor si lo continúa practicando el resto del año!
Participe en Julio Sin Plástico @NoSeasPlastico en Facebook.
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