Según estudios recientes, en los vehículos las llantas, baterías, suspensiones, aceite, frenos y escobillas son los seis componentes más propensos a sufrir fallos, multiplicando el riesgo de accidentes y aumentando el consumo de combustible en un 30%.
El mantenimiento inadecuado de los vehículos es una problemática que afecta un gran número de conductores. La falta de tiempo y recursos suelen ser los principales obstáculos para mantener el vehículo en condiciones óptimas, pero esto puede tener consecuencias graves para la seguridad vial y economía de los conductores.
Uno de los errores más comunes es el cambio regular del aceite. Es crucial seguir las recomendaciones del fabricante del vehículo o del aceite y realizar el cambio cada 5.000 a 10.000 kilómetros.
Además, es imprescindible mantener limpios los filtros de aceite, combustible y aire para evitar impurezas que desgasten el motor.
Otro punto que descuidan mucho son las llantas. No solo es importante hacer un cambio oportuno, sino hacer un adecuado balanceo, rotación y alineación, para lograr un desgaste uniforme de la banda de rodamiento, lo que prolonga la vida útil y mejora la seguridad en carretera.
Escobillas, el más olvidado
El correcto funcionamiento de las escobillas es otro aspecto fundamental que no muchos conductores le toman relevancia, especialmente en condiciones climáticas adversas. Se sugiere cambiarlas cada vez que se detecten ruidos o brincos al usarlas o, al menos, antes de la época de lluvias. Además, mantener limpias las luces y los halógenos contribuye a una mejor visibilidad y, por lo tanto, a una conducción más segura.
En este sentido, Hugo Martinez, Gerente País de Autopits afirmó: «Cada vez más, los usuarios comprenden la importancia del mantenimiento adecuado de sus vehículos.
Contar con un organismo que evalúe y revise el estado de los vehículos ha impulsado a más conductores a acudir a centros de servicio, mejorando así la calidad de la flota vehicular en nuestro país.
Es de suma importancia que los conductores lleven sus vehículos a mantenimiento cada 5000 o 10000 kilómetros para garantizar su seguridad y prolongar la vida útil del automóvil.
Además, Autopits hace un llamado a los conductores que poseen vehículos automáticos a cuidar el estado de sus frenos. “Es esencial comprender la necesidad de compresionar el motor al descender pendientes para evitar un calentamiento excesivo que pueda llevar a la pérdida de frenos o a daños a largo plazo. Si se calientan mucho los frenos y de pronto empieza a llover, se pasa por un charco y el choque térmico, entre el agua y los frenos calientes, puede hacer que se ondulen los discos, se sientan vibraciones y chillidos, por lo que los frenos no van a responder igual ante una necesidad”, comenta Pablo Ramírez, técnico experto de Autopits.
También, es importante prestar atención a la carretera para evitar irse en huecos y prevenir daños costosos en la suspensión, tijeretas, rótulas, llantas o aros. Así prolongará la vida útil del vehículo y garantizará un rendimiento óptimo.
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