CNCO era la promesa, y cuando la tarde empezaba a caer se abrieron las puertas de Parque Viva pasaditas las 4pm, para que cada una de las CNCOowners despidiera a sus ídolos en «La Última Cita».
Mientras tanto el recinto sonaba la música con Dj´s, para luego dar paso a Fátima Pinto, una de las encargadas de calentar la fanticada con sus contagiosos ritmos. Una Fátima pudimos ver con mejor presencia en el escenario y sin lugar a dudas gustó bastante.
Luego se presentó Aron Luix, el nacido en New Jersey de padres dominicanos, interpretó sus temas nuevos, en especial «Inocente», compuesto por Maluma. Un artista que se perfila como una de las revelaciones del género urbano, hizo pasar buenos momentos a los presentes en el Anfiteatro de Parque Viva.
CNCO en tarima
La noche ya cobijaba a los presentes en La Guácima cuando de pronto se escuchó la frase «…qué bien se ve…», «… yo sólo la miré, me gustó, me pegué y bailemos… la noche está para un reggaetón lento…» con los ensordecedores gritos de miles de fanáticas que esperaban con ansias esta y las demás canciones que los CNCO interpretaron.
En las pantallas se pasaron mensajes de cada uno de los integrantes de la banda, agradeciendo a su público a quienes le tienen mucho respeto y cariño – por acompañarlos durante estos años, algo que definitivamente enloqueció.
Mucha complicidad, buena vibra y una conexión extrema con sus fans quienes no se sentaron ni un minuto, cantaron todas las canciones que los artistas tenían para deleitarlas.
Cada uno de sus éxitos fue coreado, o mejor dicho gritado al máximo por las fans de todas las edades, que como dato curioso y agradable, fue ver muchas madres acompañar a sus hijas y cantar con ellas, las canciones y uno que otro cover que interpretó la banda como «Por Amarte Así» de Cristian Castro.
«Mi gente de Costa Rica, los llevamos en el corazón, muchísimas gracias, los amamos…» fueron parte de la despedida de CNCO en su «Última Cita» en Costa Rica.
Un evento producido por GÜD Projects, que sin duda alguna gustó a quienes se hicieron presentes, y eso era palpable con solo ver los rostros de las niñas, adolescentes y las adolescentes de más de 30 años.
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