Las llantas adquieren más calor en un viaje largo, y por ende sus componentes tienden a debilitarse; es acá donde puede suceder que se estalle una llanta y depende del camino y de la velocidad podría ocurrir un lamentable accidente.
Según Juan Lozano, experto técnico de AutoPits, son muy pocas personas las que acostumbran revisar el estado de las llantas antes de salir de paseo a viajes largos.
“Usualmente las personas acostumbran a revisar únicamente el agua y los cambios de aceite cuando de lo más importante también son las llantas y hay mucho desconocimiento sobre ellas y su estado”.
Si va a salir de paseo durante estas vacaciones de medio periodo, tome en cuenta los siguiente consejos:
- Revise y verifique la presión de las llantas: Lo ideal es revisarlas cuando están frías al tacto porque la presión aumenta un poco con el calor. Por lo general, el dato de la presión de las llantas del vehículo está colocado en el paral de la puerta o en el manual del fabricante; también la presión máxima puede verse en el costado de la llanta.
- Inspección visual de la huella de la llanta: la profundidad mínima de ranura no debe exponer el testigo de profundidad, lo recomendado es que al menos tenga 2 milímetros de profundidad; de lo contrario, la llanta ya cumplió su vida útil. La huella de la llanta es importantísima para un correcto agarre y adherencia al suelo.
- Observe cualquier desperfecto: Es importante revisar si hay cortes, los famosos abultamientos o cables al descubierto. El problema es que muchas personas lo que hacen es inclinarse y revisar la llanta superficialmente, cuando según los expertos muchos de estos daños están en la parte interna de la llanta. Para evitar estos problemas, los expertos recomiendan mantenimientos preventivos que incluyan además de las revisiones, la rotación, balanceo y alineamiento de las llantas.
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