La tercerización de diversos servicios es una práctica establecida en el sector empresarial costarricense, logrando consolidar el modelo como una forma de aumentar la competitividad, ya que permite concentrarse en el objetivo del negocio y reducir costos asociados a la misma operación.
Según estimaciones de Grupo EULEN Costa Rica, esta modalidad genera a las empresas un ahorro de 20% mensualmente en su operación, pues también se liberan de costos como vacaciones, incapacidades, compra de uniformes, supervisión de labores, entre otras. Incluso este monto podría llegar hasta el 30% si se logra una optimización de las tareas contratadas
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Algunos motivos para su contratación radican en aspectos relacionados a contratación, mantenimiento, limpieza, cadena de suministros, servicios auxiliares, seguridad, facilities, entre otros, logrando satisfacer sus necesidades corporativas en diversas áreas.
Los grandes sectores que demandan estos servicios son logística, ciencias de la vida, turismo, centros de llamadas, zonas francas y tecnología, en el ámbito privado y público.
Por eso, la externalización de servicios se perfila como el impulsor económico empresarial ideal para el 2024; sin embargo, para el buen funcionamiento de todos estos procesos internos y externos, se necesita de aliados estratégicos y capacitados.
Según Mario Vargas, gerente general de Grupo EULEN Costa Rica, “tras la crisis vivida, las compañías están abocadas a mantener y hacer crecer su negocio, ampliar su cartera de clientes y elevar sus recursos y resultados.
La tercerización de servicios potencia estas acciones, porque responde a los demás procedimientos que intervienen en la operación de la empresa y necesitan de un funcionamiento óptimo, dando un valor agregado, tanto para el enfoque en el core de negocio como la reducción de costos”.
Según el experto, el sector empresarial mantendrá su preferencia por la externalización de servicios y esta tendencia seguirá expandiéndose por otras industrias, gracias a los ahorros administrativos y económicos.
Existen desafíos como la proliferación de proveedores, que no necesariamente estén capacitados y tengan la experiencia necesaria; la incertidumbre económica ante el inicio de año; y la viabilidad de aquellos procesos que pueden o no ser candidatos para un modelo tercerizado.
Para el 2024 es fundamental que las empresas interesadas en este servicio establezcan un plan, definan un presupuesto y analicen las labores que requieren de tercerización para tener un panorama claro y definido; una vez definidos estos pasos, contraten a un experto en el tema para garantizar la calidad del servicio.
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