Cada control médico preventivo es una oportunidad para salvar vidas. Con el cáncer de mama, puede marcar la diferencia entre la cura y un pronóstico desfavorable, pues, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, al detectarse en etapas tempranas, una mujer tiene 90% de probabilidades de estar viva cinco años después del diagnóstico.
Por eso mismo, en el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, Roche hace un llamado a las mujeres y sus familias para convertir el chequeo anual en una cita imperdible para su salud.
Los chequeos para la tensión arterial, el colesterol, la citología y la mamografía contribuyen a la salud preventiva, un análisis del BID señala que sólo el 30% de las mujeres de más de 40 años se someten a pruebas de detección precoz.
“En el cáncer de mama, este acto preventivo puede ser la diferencia entre una intervención exitosa en estadios tempranos y un diagnóstico avanzado, donde las posibilidades de tratamiento efectivo disminuyen considerablemente”, señaló el Dr. Adrián Campos, gerente médico de cáncer de mama de Roche.
El cáncer de mama afecta físicamente a las pacientes, además tiene un impacto significativo en su calidad de vida, pues pueden experimentar fatiga, disfunción sexual, infertilidad, estrés y trastornos psicológicos.
Mamografía: el diagnóstico por excelencia
El cáncer de mama es el tipo más frecuente en mujeres y de acuerdo con datos del Observatorio Global de Cáncer (Globocan) en 2022 se diagnosticaron en el mundo alrededor de 2,29 millones de nuevos casos de cáncer de mama, con más de 600,000 muertes.
En Costa Rica, durante el mismo período, se registraron 1334 casos con 423 muertes.
Esta patología puede ser detectada de manera temprana, principalmente a través de la mamografía, el método diagnóstico por excelencia, que debe realizarse anualmente a partir de los 40 años.
«Para las mujeres con antecedentes familiares o predisposición genética, es posible que sea necesario comenzar los exámenes antes, lo que resalta la importancia del control médico», comentó el Dr. Campos.
Según la OMS, la mamografía es un examen seguro y preciso para el diagnóstico del cáncer de mama. No importa si presenta o no síntomas: es esencial para detectarlo de manera temprana, permitiendo identificar tumores antes que sean palpables, crucial para un tratamiento efectivo y aumenta las tasas de supervivencia.
La detección temprana sigue siendo el principal desafío para combatir el cáncer de mama y, con ello, brindar mayores oportunidades de cura a las pacientes. Este enfoque tiene un efecto positivo no solo en el bienestar de la paciente, sino también en su entorno social y económico.
“Por esta razón, es importante la realización anual de chequeos enfocados en mantener un estilo de vida saludable. Consultas con especialistas en nutrición, control de peso, y actividad física regular ayudan a reducir los factores de riesgo”, agregó el Dr. Campos.
Superando las barreras en la detección temprana
El llamado a los chequeos oportunos se alinea con las prioridades de la OMS en la Iniciativa Global para el Cáncer de Mama para reducir la mortalidad por esta enfermedad.
La detección temprana no solo mejora las probabilidades de supervivencia, sino que también abre la puerta a innovaciones terapéuticas que son más efectivas y menos invasivas.
En la innovación terapéutica, los avances recientes han permitido el desarrollo de tratamientos dirigidos a subtipos específicos de tumor.
Estas nuevas terapias, incluyen alternativas subcutáneas aprobadas que buscan mejorar la calidad de vida de las pacientes al reducir el tiempo de aplicación de los tratamientos, así como reducir los efectos secundarios asociados.
El sistema de salud se beneficia al reducir la saturación de las salas de infusión, las pacientes pueden recibir atención más cómoda y eficiente, mejorando la adherencia al tratamiento y calidad de vida.
Aún persisten barreras que dificultan el acceso a un diagnóstico temprano, como el miedo a los resultados, desinformación sobre la importancia de la detección temprana y limitaciones de acceso a servicios médicos en zonas lejanas.
Asimismo, falta de tiempo por responsabilidades laborales o familiares y el costo de las pruebas también pueden retrasar la búsqueda de atención. Un estudio en regiones de ingresos bajos y medios de Asia, señala que las mujeres no reciben un diagnóstico y tratamiento oportunos debido a estas barreras.
“Debemos convertir al cáncer de mama en un tema de conversación y acción constante. Reiteramos la importancia de la detección temprana para diagnosticar a tiempo el estadio del cáncer y el subtipo del tumor, con lo cual determinar el tratamiento o terapia más adecuados y mejorar el pronóstico de vida de los pacientes”, concluyó el Dr. Campos.
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